31-5-2018. Amaneció un día
lluvioso. Cuarenta y seis personas entre socios de la asociación y amigos que nos
quisieron acompañar emprendimos un viaje a Las Edades del Hombre en Aguilar de
Campoo.
Por el camino el tiempo fue
mejorando y dejó de llover. La primera parada fue en Santa Maria de Valverde en
Valderredible (Cantabria, España); en este lugar visitamos el Centro de
Interpretación del Rupestre. Muy cerca de este Centro está la iglesia rupestre de
Santa María de Valverde, poseedora, entre otras cosas, de una de las pocas
tallas existentes en que la Virgen está amamantando al Niño, ya que el Concilio
de Trento ordeno destruirlas. Dentro de la iglesia tuvimos el privilegio de
asistir a una pequeña charla sobre el arte rupestre por parte del párroco D. Julián, una persona muy amable y erudita. Fuera de la iglesia se encuentran
numerosas tumbas escavadas en el suelo de arenisca y la espadaña con sus
campanas.
La siguiente parada fue para
visitar un lugar inesperado, un Museo Etnográfico hecho a fuerza de tesón y de
años por el párroco. Merece la pena visitarlo, la entrada es gratuita y se
pueden ver cantidad de utensilios del pasado que, en muchas ocasiones, nos
llevan a recuerdos de la infancia. Impresionados
por la enorme cantidad de objetos del museo
emprendimos camino hacia Aguilar
de Campoo para visitar la exposición de Las Edades del Hombre “Mon Dei”, no sin
antes realizar una visita a un restaurante para comer y reponer fuerzas.
En Aguilar nos dividimos en dos
grupos de 23 para visitar la exposición.
Y de la mano de los guías fuimos recorriendo los siete capítulos de la misma:
“Levanto mis ojos a los montes”, “Del Sinaí al Santuario”, “La nubecilla del Carmelo”, “Cristo, el monte de salvación”, “Una ciudad puesta en lo alto de un
monte”, “La subida al monte de
perfección y, por último, “Prepara el Señor para todos los pueblos en este
monte un festín”. La exposición está repartida
en dos sedes ya de por sí atractivas, la iglesia de Santa Cecilia y la
Colegiata de San Miguel.
A última hora de la tarde, reconfortados
por el arte, la naturaleza y la buena camaradería emprendimos el regreso a
casa.
¡Fue un buen día!